Tímpano románico
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Auvernia y Borgoña

Por fin llegó el día esperado por todos. Tras un buen madrugón, a las 6 de la mañana, partimos desde Vitoria a Moissac. Casi dejamos a Heloise, la guía, al no poder abrir la puerta del hotel, pero llegó justo a tiempo.

Tras una parada de 45 minutos llegamos a Moissac. Allí, después de comer, pudimos admirar su abadía, un lugar destacado del Arte Románico en Francia.
Es uno de los caminos de Santiago, donde pudimos apreciar su tímpano y claustro. Continuamos nuestro camino hacia Cahors y en dos horas estábamos viendo la magnífica Portada lateral de la catedral de Saint-Etienne.

Moissac

Contemplamos el excepcional puente de Valentré y tras la cena dimos un paseo nocturno y nos dirigimos al Hotel Brit.

Puente románico
Puente de Valentré

Al día siguiente emprendimos camino hacia Souillac, donde vimos la abadía de Sainte-Marie, famosa por su conjunto escultórico y su hilera de cúpulas. La gran portada la tiene hacia dentro. La comida fue en Orcival, donde vimos la Basílica de Nuestra Señora, una de las cinco iglesias mayores que visitaremos. Destaca entre otras cosas por los herrajes en las puertas. Luego llegamos a Clermont-Ferrand, cenamos y nos alojamos en el hotel Kyriad.

Notre Dame de Orcival

Tuvimos que madrugar para dirigirnos a Issoire, donde vimos la Abadía de Saint-Austremoine, guiados por Marion.
De su iglesia merecen mención especial sus capiteles policromados y la cabecera.

De allí fuimos a Le Puy en Velay, donde visitamos la Catedral que también es punto de inicio de la Vía Podiensis (camino de Le Puy), que fue la ruta medieval más importante del Camino de Santiago francés. También nos guio Marion.

Por la tarde nos dirigimos a la Aiguilhe, una aguja volcánica con 288 escalones para llegar a la iglesia de Saint-Michel d’Aiguilhe.

Saint-Michel d’Aiguilhe

Antes de subir, visitamos la capilla de Saint-Clair, de bella factura y de forma octogonal. Por la tarde visitamos la Basílica de Saint-Julien de Brioude, que destaca por sus pinturas, capiteles y cabecera.

Regresamos al hotel Kyriad de Clermont-Ferrand esa misma tarde.

Empezamos el siguiente día visitando dos iglesias importantes del románico francés: la iglesia de Saint-Saturnin, con una bonita vista exterior, y la de Saint-Nectaire, que destaca por sus capiteles y cabecera.

Saint Nectaire
Saint Nectaire

Por la tarde, disfrutamos del Parque temático de los volcanes, Vulcania, especializado en la exploración de estas maravillas de la geología, donde Diego nos guio. Además de ser un parque de atracciones, nos permitió romper un poco la rutina del arte. Regresamos al Kyriad de Clermont-Ferrand por la tarde.

Un nuevo día para visitar la Basílica de Nuestra Señora del Puerto, otra de las iglesias importantes de la Auvernia, destacando por sus capiteles y magnífica cabecera. Marion, nuevamente, nos enseñó este admirable monumento.

Nuestra Señora del Puerto


Tras visitar Montferrand regresamos al Kyriad.

Un nuevo día. Dejamos Clermont-Ferrand y nos dirigimos a Anzy le Duc, en Borgoña. En la iglesia de Notre-Dame de la Asunción, destacan sus pinturas, mosaicos y la portada exterior.

En Cluny, vimos los restos de la abadía, guiados por Leonard, siendo testigos de la gran destrucción de la mayor abadía de la Edad Media.

Nos hospedamos en el hotel des Trois Pigeons de Paray le Monial. En esta localidad borgoñona se celebra el aniversario de la aparición del Sagrado Corazón de Jesús a Margarita María, una persona de la localidad que estando gravemente enferma fue milagrosamente curada, según cuenta la tradición.

Paray Le Monial

Visitamos la Basílica del Sagrado Corazón, una copia en pequeño de Cluny, con una buena cabecera y capiteles.

De allí nos dirigimos a Perrecy-les-Forges, donde Jean-Louis nos enseñará la Basílica de Sacré-Coeur. Destaca su nártex y capiteles, especialmente el capitel del guerrero.

Después del almuerzo, nos dirigimos a Autun. Visitamos la Catedral de Saint-Lazare, donde destacan su portada y capiteles. No pudimos ver los dos más importantes, «Eva en el Paraíso», que estaba en el museo, cerrado en ese momento, y la «Dormición de los Reyes Magos», en la Sala Capitular, también cerrada.

Dormición de los Reyes Magos

De ahí fuimos al Hotel Logis a descansar.

Otro día, otra jornada. Nos dirigimos a Vézelay, centro de la cristiandad desde la Edad Media y punto de reunión de la peregrinación a Santiago de Compostela.

Visitamos la Basílica de Sainte-Madeleine , guiados por Mateo. Destacan su nártex con sus tres portadas, la altura y belleza de la nave, y los capiteles. Después de la comida en Vézelay, nos dirigimos a La Charité-sur-Loire, localizada a las orillas del Loira.

La iglesia de Notre-Dame está muy deteriorada y necesita restauración. Destacan sus dos portadas, una tapiada en el exterior y otra en el interior. También destaca la cabecera, aunque algo deteriorada. De allí, nos dirigimos al Hotel Ibis Styles de Bourges.

Al día siguiente, visitamos la Catedral Gótica de San Esteban y también vimos una portada románica en una calle cercana.

Bourges. Puerta de Saint Ursin

Después de la comida, continuamos hacia Aurillac y nos alojamos en el Hotel Urban Style Des Carmes.

Al día siguiente, madrugamos (salida a las 8 horas) y nos acercamos a Conques.

Conques
Conques

Visitamos, guiados por Anne, su majestuosa abadía Benedictina de Saint-Foy, considerada la obra maestra del románico del sur de Francia y una de las más grandes del mundo en este estilo arquitectónico. La fachada principal, con sus dos altas y esbeltas torres gemelas, y el Pórtico del Juicio Final son verdaderas obras maestras.

También vimos su magnífico museo con la reliquia de Saint-Foy.

Después de comer, emprendimos el regreso a casa, no sin antes visitar Toulouse. Pasamos la noche en el Grand Hotel d’Orléans y, guiados por Emmanuelle, visitamos la Basílica de San Sernin, donde destaca su magnífica portada, el deambulatorio, sus capiteles y toda la iglesia en general. No pudimos ver el Museo de los Agustinos, que está en obras, pero sí el convento de los Jacobinos, en estilo gótico, una obra maestra.

Por la tarde, regresamos a Vitoria cansados, pero muy contentos.

Ángel Benito

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