Loarre

Excursión a Huesca

Empezamos nuestro periplo el sábado 6 de mayo, el tiempo amenazaba lluvia, pero finalmente se comportó bastante bien.

Salimos del parking de Mendizorroza a las 7 de la mañana, en coches particulares, porque no éramos suficientes para justificar un autobús, vaya nuestro agradecimiento a los conductores de los mismos, por el esfuerzo añadido de kilómetros, búsqueda de aparcamientos y tránsito por calles estrechas y empinadas que tuvieron que afrontar.

A media mañana, hicimos una parada técnica en el bar “L’Artica” de Jaca. Nuestra siguiente parada, ya en la ciudad de Huesca, fue en SAN PEDRO EL VIEJO. Entramos por la puerta del claustro, en compañía de nuestro guía Luis, que nos estuvo explicando la historia de Huesca, la estructura inicial y el trabajo de restauración del claustro y su bonita pero pequeña puerta de entrada a la iglesia, ya que la portada original, por motivos económicos, no fue instalada allí, sino en otra iglesia próxima. La CATEDRAL sólo pudimos verla a través del museo catedralicio, ya que había una boda y no dejaban entrar en la iglesia. Finalizamos la visita oficial a la ciudad de Huesca, con la famosa torre de la campana, en el PALACIO REAL, magnifico edificio civil cuya sala de Doña Petronila, con capiteles románicos y arcos góticos, aún conserva la policromía.

Tras comer juntos en el restaurante “Comomelocomo”, destinamos la tarde a SANTA MARÍA LA MAYOR DE ALQUÉZAR, antigua alcazaba transformada en convento, con interesantes restos románicos en el claustro de la planta baja y pinturas del siglo XVI.

Regresamos a Huesca para cenar en el mismo lugar del almuerzo “Comomelocomo”, un poco apretaditos, pero con raciones más que generosas y muy cercano al hostal donde nos alojábamos. Esa noche llovió un poco.

El domingo 7 de mayo, fuimos al CASTILLO DE LOARRE, edificio defensivo con una gran panorámica, felizmente restaurado que conserva su estructura románica; no así el mobiliario del que no queda nada, debido al abandono sufrido durante siglos, cuando su función defensiva ya no tenía sentido.

Excursión a Huesca visitando la capital, Alquezar, el castillo de Loarre, Murillo de Gállego y Agüero.

Comimos en Ayerbe en el restaurante “El Rincón“, de camino a Murillo de Gállego, donde visitamos la parroquia de EL SALVADOR con su interesante cripta y restos de frescos. La guía se lamentaba del abandono y de que el edificio necesita una urgente restauración. Acto seguido visitamos en Agüero, la Iglesia de SANTIAGO, inacabada, con tres ábsides, muchas marcas de canteros, de las que el guía nos dio una interesante y profusa explicación y que le han ayudado a elaborar una teoría del proceso de su construcción y nos dio una lección de historia, hablando de la proyectada tumba de Ramon de Berenguer que acabo en Ripoll, o de física con la disposición de las luces de solsticios y su concatenación con los capiteles.

Fueron tan interesantes la visita, los debates y sus aportaciones, que nos encantaría tenerlo de nuevo, de hecho, alguien sugirió invitarle en Vitoria, a una cena en una sociedad gastronómica, a cambio de una charla sobre esta iglesia. Como maravilloso colofón del viaje, vimos en el mismo lugar la Iglesia de SAN SALVADOR, con su magnífica portada. Y emprendimos el regreso a Vitoria.

Antonio Benito

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