San Isidoro. León

Pintura románica. Color, qui dicitur membrana

El profesor de la Universidad de León José Alberto Moráis Morán dictó su conferencia con el sugerente título de Color, qui dicitur membrana: la pintura románica como epidermis simbólica.

Desde el inicio dejó claro que todas las iglesias medievales estuvieron profusamente pintadas y que constituía el remate necesario de la obra arquitectónica, pasando a ser la piel del edificio. Mencionó que Honorio de Autun (1) señaló que la pintura era la literatura de los laicos, el medio para adornar la casa con belleza y el modo de traer a la memoria la vida de los antepasados.

No hay pintura románica sin antecedentes

Pensar que lo que hoy en día conocemos como pintura románica, circunscrita a criterios académicos temporales estrictos, es una disciplina sin antecedentes constituye un error y esta solo se puede entender retrotrayéndose varios siglos atrás.

Es conocido que los primeros templos cristianos tenían las paredes pintadas y que en el siglo IV se promulgaron leyes conciliares que prohibían pintar las iglesias de manera que pudiera promoverse la idolatría.

Si bien es cierto que por la fragilidad intrínseca de la pintura es casi imposible encontrar restos de estos materiales, sí podemos conocer el estilo y la iconografía basada en otra forma de representación gráfica como son los mosaicos. Un ejemplo de esto lo constituyen las referencias de arqueólogos a mosaicos encontrados en el siglo XIX en los restos de la iglesia de Santa María del Camí en Mallorca, posteriormente destruida, y de la que apenas se conservan algunas teselas. Según las últimas investigaciones, este conjunto se ha datado en el siglo V.

Ya en la península ibérica, el Mausoleo de Cenctelles (Tarragona) es otro ejemplo de precursores de la iconografía románica. También lo es el ábside de la iglesia funeraria de San Miguel de Tarrasa, la antigua Egara romana, cuyos restos se datan en el siglo VI. Los investigadores señalan la gran influencia de las pinturas del norte de África, egipcias y coptas, en estas primeras pinturas precursoras del románico peninsular.

Recreación de una imágen de las pinturas de la antigua iglesia de Egara, actual Tarrasa. Siglo VI.

Lejos de la influencia de la diócesis romana de Tarraco, en la diócesis de Astúrica, hay otro ejemplo ilustrativo en la iglesia de San Julián de los Prados o Santullano (2), donde no aparece la figura humana, pero sí lo hace en San Miguel de Lillo, también en Asturias, donde se ve un personaje tañendo un instrumento de cuerda.

El profesor Moráis afirmó de manera categórica que el prerrománico es el románico.

¿Quiénes pintaban en el románico?

Sin duda, la pintura románica está vinculada a los monasterios y a la vida eclesiástica. En el Beato de Tábara se observan unos personajes que no son otros que los autores de este códice en el que se representa la primera imagen de un scriptorium románico. Los códices son la base de la pintura románica y en ellos se recogen las técnicas para la confección de los colores y para la representación de las imágenes que ornaron las iglesias románicas. Pintaron los clérigos, las monjas, las abadesas y los laicos. La presencia de la mujer en estas labores queda demostrada por un estudio de paleopatología en el que se constata la participación de la mujer en la producción de manuscritos (3).

Influencias europeas en la pintura románcia española

Era evidente que en la época medieval el tránsito de personas era la manera de expandir el conocimiento y la cultura. Refiriéndose a Europa, el profesor Moráis nos refirió las influencias europeas en la pintura románica de España señalando los tres caminos más relevantes: Italia, especialmente Lombardía, Francia, principalmente el Poitou, e Inglaterra.

En Italia, una de las referencias más notables es la iglesia de Sant Angelo in Formis (Campania)

Se supone que los pintores que decoraron este bello templo pudieron conocer todos los manuscritos del arte bizantino y lo denota, entre otros motivos, la abundante utilización de tonalidades azules. Sin duda, Cataluña está influida por esta corriente y es evidente que el Maestro de Pedret conocía muy bien la tradición bizantina y, según los investigadores, se mantenía en continuo contacto con el mundo lombardo. Un exponente de esta influencia son los ábsides de Taüll cuya iglesia se consagró en el año 1123. Parece también cierto que esta escuela catalana sobrepasó sus fronteras y fue el artífice de las pinturas de San Baudelio de Berlanga, en Soria. Lamentablemente, esta iglesia en la actualidad es uno de los dramas del patrimonio medieval español. Sus pinturas fueron strappadas y se encuentran repartidas entre el museo de El Prado y otros museos de Estados Unidos.

Imagen restituida de San Baudelio de Berlanga (Soria).
Imagen restituida de San Baudelio de Berlanga (Soria).

La vía francesa conectó a España mediante el Camino de Santiago procedente del Poitou. En Francia se conservan perfectamente las bóvedas de la iglesia de Saint Savin sur Gartempe que parece que fueron pintadas entre 1090 y 1120, donde se aprecian escenas del Génesis y Antiguo Testamento como el Arca de Noé. En estas pinturas predominan los colores tierra, ocre y amarillentos.

Bóveda de Saint Savin sur Gartempe representando el arca de Noé.

Según los expertos, la influencia francesa se observa en las pinturas de la iglesia de San Julián y de Santa Basilisa, actualmente conservadas en Jaca. Las imágenes de la iglesia de San Juan de la Peña, dedicadas a los santos Cosme y Damián, se han vinculado con las de la iglesia de Berzé la Ville (Borgoña). Otro ejemplo de esta influencia con el Poitou es la ermita de San Pelayo de Perazancas de Ojeda (Palencia), cuyas imágenes se encuentran bastante deterioradas. Además de los motivos religiosos habituales, se observan representaciones de los meses del año.

La joya de la pintura románica del occidente de la península ibérica está en el Panteón de los Reyes de León, también conocido como la Capilla Sixtina del Arte Románico. Esta maravillosa obra de arte se inició con motivo de la llegada de las reliquias de San Isidoro de Sevilla en 1063 y fue la dinastía femenina de la reina Sancha la encargada de las artes y de la financiación de este impresionante recinto.

Llama la atención que, sin explicación conocida, se destine más espacios a la anunciación de los pastores que a otras escenas de la vida de la Virgen. Esta obra se ha vinculado con talleres de origen francés por el uso de los colores con tonalidades ocres, las microarquitecturas y las referencias a la iconografía gala como la matanza de los inocentes o el gallo.

Es de particular interés la imagen de Cristo crucificado con la representación del sol y la luna.

A sus pies hay dos personajes que son el rey Fernando, como se recoge escrito a su lado, y la reina Sancha, acompañados por una mujer que asiste a la reina llevando una jofaina.

Una de las imágenes más conocidas es el tetramorfos y quizá aún más la cenefa anexa porque en ella se hace una representación de la vida mundana y de las tareas agrícolas vinculadas con los meses del año. El objetivo no es reflejar escenas costumbristas, sino representar que Dios es el dueño del tiempo y el que dicta la ley.

En Galicia también hay pintura románica de influencia francesa en la iglesia de San Martiño de Mondoñedo en Foz (Lugo) como lo denotan los colores que se emplean, las representaciones de los Reyes Magos o la asunción de María a los cielos.

La tercera vía de influencia, la inglesa, es importante porque cuando se pensaba que la pintura románica iba a desaparecer surge con fuerza en lo que se ha denominado la pintura románica del Arte 1200, que se supone que se extendió de 1180 a 1200-1230.

Toda Europa experimenta una gran producción artística en Grecia, Chipre, Malta, Sicilia, Aquitania, Normandía …Y no solo pintura, también textiles, mosaicos, vidrieras y manuscritos relevantes como la hoja Morgan.

El exponente más evidente en España son las pinturas de la sala capitular de Sigena (Huesca), actualmente en el Museo MNAC de Barcelona.

Esta mezcolanza de culturas y países crea una pintura de gran calidad, con mucho naturalismo, pero con rasgos románicos que preceden a la pintura gótica.

El profesor Moráis nos llevó en un entretenido y documentado viaje desde los primeros siglos de la cristiandad hasta el siglo XIII, desde el norte de África hasta Sajonia y nos hizo ver que las pinturas románicas canónicas solo alcanzan su sentido pleno conociendo sus precursoras.

Ramón Ugarte

Referencias

  1. Honorio de Autun. https://es.wikipedia.org/wiki/Honorio_de_Autun
  2. Santullano. Un viaje digital al siglo IX. La Nueva España. https://mas.lne.es/santullano-desvelado/
  3. A. Radini, M. Tromp, A. Beach et al.: Medieval women’s early involvement in manuscript production suggested by lapis lazuli identification in dental calculus. , Sci. Adv. 2019; 5 : eaau7126 9 January 2019. DOI: 10.1126/sciadv.aau7126

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