Arte Prerrománico, Mozárabe y Románico en el Alto Gállego. 2/2
Parte II
Mi gran pasión por el Románico es lo que me ha hecho embarcarme en iniciativas como esta de escribir para la revista Serrablo. Si a ello le añadimos el amor que profeso a mi tierra del Alto Aragón, y a mi pueblo Samianigo/Sabiñánigo, pues ya lo tenemos todo al completo.
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En el siglo XII, y ya de estilo Románico, tenemos en la zona mas septentrional de la comarca las iglesias de San Salvador de Biescas, San Esteban de Espierre, Santa Bárbara de Betés, San Miguel de Barbenuta, San Miguel en el Pueyo de Tena/Pueyo de Jaca, San Salvador de Lanuza, ermita de San Salvador de Panticosa/Pandicosa, Santa María de Sallén de Galligo/Sallent de Gállego y San Martín de Tramacastiella de Tena/Tramacastilla de Tena.
Tramacastilla de TenaCasi todas estas iglesias conservan su ábside semicircular con sencillos canecillos bajo el tejado. La de Espierre fue restaurada por “Amigos de Serrablo” en los años 1.986 y 1.992. En la de Barbenuta solo queda un crismón de la portada de la primitiva iglesia románica, la iglesia de el Pueyo de Tena/Pueyo de Jaca solo tiene una pieza románica, se cree fue un tímpano que corono el vano de una puerta, probablemente de una iglesia anterior, la iglesia de Lanuza solo tiene un crimón reutilizado en su portada de un templo primitivo, en la ermita situada en el cementerio de Pandicosa/Panticosa existe un tímpano con crismón romànico de su templo anterior, en Sallén de Galligo/Sallent de Gállego en su portada también hay un crismón reutilizado de su iglesia anterior y en el exterior existen dos ventanales aspillerados que flanquean un arco de medio punto dovelado con crismón, se ha sabido que estos restos al igual que una ventana románica que hay en un parque de Samianigo/Sabiñànigo son de Castiello de Chaca/Castiello de Jaca, un pueblo de la Guarguera, y por último la de San Martín de Tramacastiella de Tena/Tramacastilla de Tena, de origen románico pero que ha sido tan remodelada que solo queda la forma de la iglesia con todo muy reconstruido.
En las proximidades de Samianigo/Sabiñànigo pueden visitarse las iglesias de San Andrés de Sorripas, San Martín de Latas, Santa María de Sardas, San Félix de Rapún, ermita de Santa Águeda de Ayés, La Asunción de Acumuer y la Virgen del Pilar de Ipiés, todas ellas de similares características que las citadas anteriormente. Son iglesias muy sencillas, sin decoración, a las que se ha dado en llamar de estilo románico rural. La de Sorripas se mantiene en buen estado y en el año 2.010 “Amigos de Serrablo” ha reparado todas las cubiertas. Presenta nave rectangular y ábside semicircular con bóveda de horno; el ábside tiene una ventana abocinada y canecillo que sostienen el tejaroz. Las iglesias de Latas y Sardas conservan solo el ábside semicircular. En ambas se ha realizado trabajos de restauración por parte de la Asociación en los años 1.992 y 2.003, respectivamente.
La iglesia de San Félix de Rapún todavía conserva su fábrica primitiva. Enclavada en paraje singular, al borde mismo de unas “rallas”, responde al mismo modelo, es decir, pequeña nave rectangular con ábside semicircular, su suelo es de canto rodado. Fue restaurada por la Asociación en 1.981.
La ermita de Santa Águeda de Ayés tiene en la portada un crismón de la iglesia anterior, a la derecha de la portada hay una ménsula con decoración de pequeños rollos de tradición mozárabe.
En Acumuer, la torre y parte de los muros de su iglesia pertenecen también a esta época, de la ermita de Nuestra Señora del Pueyo, de este mismo pueblo, se conserva una preciosa talla del siglo XII, una Virgen sedente con Niño, que está en el Museo Diocesano de Jaca.
También en este mismo museo puede contemplarse una bonita talla de la Virgen de Senés procedente de Larrés (siglos XII-XIII). En Ipiés, del templo original románico solo se conserva una imposta decorada con ajedrezado jaqués y bajo ella sillares del muro norte o presbiterio de la iglesia románica.
En el Ballibasa/valle del Basa dos son las iglesias de la época que se mantienen en pie: San Juan de Orús y San Juan Bautista de Allué. Las dos han sido restauradas por “Amigos de Serrablo” en la década de los ochenta. La de Orús responde al románico de influencia jaquesa, presenta planta rectangular y ábside semicircular. En el exterior del ábside hay una ventana con dos columnas bajo arcada de medio punto; sus capiteles tuvieron decoración, pero la erosión apenas ha dejado rastro. En todo el exterior del ábside aparece el típico ajedrezado jaques. Bajo el tejado varios canecillos algunos de ellos decorados. La iglesia de Allué, a pesar de las reformas que ha tenido a lo largo del tiempo, no ha perdido su aspecto original. Como todas, presenta planta rectangular que acaba con ábside semicircular con su correspondiente ventana central; debajo del tejaroz aparece un sencillo encanetado con algún motivo decorativo geométrico.
Siguiendo el curso del Galligo/Gállego hacia el sur, encontramos templos románicos como el de San Miguel en Orna, San Bizién/San Vicente, San Miguel de Latre, iglesia de los Santos Reyes en Xabierrelatre/Javierrelatre, San Martín Obispo en Sieso, Virgen de Izarbe en Anzánigo, San Julián en Artaso, Pardina de Lorés y Medianeta. Sobresalen las de Orna y Xabierrelatre/Javierrelatre, restaurados por la Asociación en 1.976 y 1.992.
La iglesia de San Miguel de Orna de Galligo/Orna de Gállego de clara influencia jaquesa, responde al mismo esquema estructural que todas las que vamos señalando. Lo más interesante es su ábside, ricamente decorado. Tiene una ventana central similar a las del muro meridional, de arco de medio punto remarcado con el ajedrezado jaques y que se prolonga por el resto del muro. En la parte superior, justo debajo del tejado, un friso de arquillos lombardos, dos de los cuales se alargan por el muro a modo de pequeñas columnas.
Sin duda, el templo románico de más empaque en la comarca es el de la Adoración de los Santos Reyes de Xabierrelatre/Javierrelatre.
De su fábrica original queda su ábside, el muro norte y parte del sur. Ciertamente, impacta su ábside semicircular de gran belleza. Presenta tres ventanas, con derrame interior, estando el vano en el exterior flanqueado por dos columnas rematadas por sendos capiteles decorados con motivos geométricos o vegetales, así como unas molduras que recorren todo el muro con el tipo ajedrezado jaqués, que también se repite en el interior; debajo del tejaroz se sitúan unos canecillos ricamente decorados a base de modillones, bolas, piñas, animales del bestiario medieval, etc.
Muy cerca de Xabierrelatre/Javierrelatre encontramos cuatro lugares que conservan iglesias románicas. En San Bizién/San Vicente su iglesia de San Bartolomé mantiene el ábside que tiene bajo el tejaroz con friso con ajedrezado y dientes de sierra y una ventana con arco de medio punto en el centro, que en su interior conserva decoración con motivos vegetales y geométricos; asimismo, también en su interior puede observarse una moldura con ajedrezado jaqués. La iglesia de San Miguel de Latre, se conserva en buen estado y responde al mismo esquema que venimos señalando.
En su ábside semicircular, con ventana central, aparecen buen número de canecillos de los que cuatro tienen decoración similar a los de Xabierrelatre/Javierrelatre; en la puerta de entrada a la iglesia se conserva un crismón que debe pertenecer a la original.
En Sieso de Chaca/Sieso de Jaca, su iglesia de San Miguel está en ruinas, siendo similar a las descritas.
En el antiguo despoblado de Medianeta, todavía se adivina la planta de su iglesia románica. Ermita de Nuestra Señora de Izarbe, cerca de Anzánigo, una modesta construcción del románico rural en un despoblado, su imagen, del románico del siglo XII, se encuentra en la parroquia de Anzánigo.
Al norte de Sieso se encuentran dos despoblados con restos románicos, Artaso y Lorés. Artaso en una puerta en ruinas todavía hay un tímpano con crismón. Lorés es hoy una pardina lo que fue el monasterio de Santo Tomás, queda solamente, al igual que Artaso, un tímpano con crismón del antiguo templo románico. En las proximidades de Latrás existió una ermita románica en la pardina de Ubieto, De esa existencia nos ha llegado una bellísima imagen románica. Nuestra Señora de Ubieto, una Virgen con Niño del siglo XII que se custodia alternativamente en Latrás y Orna.
Dirigiéndonos hacia el este, en la Guarguera quedan algunas iglesias de interés. En la pardina de Arasilla están las ruinas de la iglesia de Santiago, al igual que ocurre con Medianeta, podemos adivinar su planta al conservarse la parte baja de los muros. Hay restos en el Museo del Serrablo de Sabiñánigo. En Castiello de Guarga la iglesia de San Roque y San Martín presenta ruina total y, aunque puede apreciarse su planta, ha perdido todo su encanto al haber sido despojada de sus elementos más significativos, están en Sallén de Galligo/Sallent de Gállego dos ventanales aspillerados que flanquean un arco de medio punto dovelado con crismón, y una ventana románica que hay en el parque de Samianigo/Sabiñànigo. Mejores suertes han corrido las iglesias de Santiago de Arruaba y la Virgen del Pilar de Zeresola/Cerésola, restauradas por “Amigos de Serrablo” en los años 1.985 y 1.986. Son iglesias sencillas y con la misma estructura que venimos repitiendo en toda la comarca. Dos ermitas muy sencillas, pero con gran encanto son las de Fragén en Fablo y San Ramón en Belarra. La primera en estado ruinoso y la segunda restaurada por “Amigos de Serrablo” entre los años 2.004 y 2.005. No muy lejos de alli se encuentra la ermita de Santiago de Secorún, es un templo pequeño de una sola nave, está en ruinas.
En la zona más meridional de la comarca a la sombra de la sierra de Guara, están las iglesias de Bentué de Nozito, la de Bara y la de Used.
La parroquia de Bentué de Nozito fue en su día románica, está en ruina y tiene algunos restos.
La iglesia de San Pedro de Bará es de nave única con planta de cruz latina, el ábside es de tambor.
La iglesia de San Martín de Used en su origen fue románica conserva algunos vestigios que así lo atestiguan, muy cerca de estos tres pueblos se encuentra Nozito que ya es de la comarca del Sobrarbe.
Ángel Benito
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Quiero agradecer a Jose Garcés Romeo, por su estimable colaboración y ayuda con su libro “Guía de Serrablo”. Quiero agradecer también a Chema Benito Bercero, por la revisión y corrección de la redacción del texto.
